Reiki produce efectos de relajación profunda, equilibrio de las energías del cuerpo y de las funciones metabólicas; regeneración celular, desintoxicación física y mental, estimulación de la capacidad natural del cuerpo para curarse a sí mismo así como favorece el alivio de tensiones y dolores.

Reiki nos facilita vivir en equilibrio y nos permite transmitir este equilibrio a nuestro entorno inmediato o allá donde pongamos nuestra intención.

La terapia de Reiki dura aproximadamente una hora, dependiendo de las necesidades del paciente.

En la terapia de reiki, el terapeuta transmite energía reiki a través de sus manos, que funcionan como canal de reiki.

La terapia de reiki está indicada para cualquier persona y podrá ayudar en cualquier síntoma o patología, tanto a mejorar como a sanar. Reiki desbloquea la zona afectada dejándola en armonía y así fluirá la energía de manera adecuada y el problema tendrá una mejoría notable.

Durante la sesión, el terapeuta va cambiando de posición, haciendo más incapié en la zona que más necesite el paciente.

La cantidad de terapias que necesita el paciente lo determina el terapeuta. En caso de una patología grave aconsejamos un tratamiento de choque; consiste en 4 terapias seguidas de reiki, una cada día durante 4 días y tras ésto, el terapéuta decide la frecuencia con la que debe recibir reiki el paciente, dependiendo de su estado físico, mental y emocional.